Desde la galería se entra a este lavadero, que también funciona como baño de servicio para cuando uno sale de la pelopincho o está morfando un asado afuera.
Desde el lavadero se pasa al garage, arriba está el nuevo dormitorio de la Coca (no duerme adentro, porque además de la mugre que siempre deja, hay alarma y cada vez que se movería, se armaría un quilombo bárbaaro. Igual no se puede quejar. Abajo el mercho, un poquito golpeado, cuando tenga guita le arreglaré el paragolpes.
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